Sandra Mihanovich Habla sobre sus Clásicos

Si hay una canción que no puede faltar en un concierto de Sandra Mihanovich es “Puerto Pollensa”. Y menos en un espectáculo que se titula Sólo clásicos. Sandra efectivamente la canta, pero hacia el final se ríe un poco del tema que convirtió en megahit 25 años atrás y lo versiona como si fuera una cumbia. “Lo hacemos así para cortar el clima y generar una onda de humor”, explica la cantante, unos días después del estreno en el Maipo.

La canción funciona como una síntesis del nuevo espectáculo. Está integrado por los temas que hizo famosos, pero les da una vuelta de tuerca o, en todo caso, incluye otras piezas que interpretó menos. Por ejemplo, hay un segmento folclórico con “Zamba del grillo”, de Atahualpa Yupanqui, y “Zamba de usted”, de Félix Luna y Ariel Ramírez. “Cuando era chica cantaba mucho folclore y siempre me gustó, pero digamos que es algo que tiene más que ver con mi infancia que con mi carrera”, asegura. Durante el concierto, que está estructurado en minibloques, Sandra cambia varias veces su vestuario y hacia el cierre entona “Soy lo que soy”, mientras baja del escenario y se mezcla con sus seguidores. “Se logra un clima muy de pub a pesar de estar en un teatro. Utilizamos todos los recursos posibles: los pasillos, las luces y una escalera maravillosa, idea que se le ocurrió a Lino Patalano.”

–El espectáculo atraviesa diferentes géneros. ¿Nunca te sentiste parte de alguno de ellos?
–Yo siempre les escapé a los encasillamientos. Soy una cantante que interpreta temas. No me siento rockera ni tanguera ni baladista. El cruce entre todos es mi identidad musical.

–¿El eclecticismo no te trajo problemas en tu carrera?

–Tal vez al principio fue raro porque ni siquiera yo sabía en qué batea de las disquerías me tenía que buscar; muchos menos se iban a dar cuenta los demás. Hoy creo que estoy entre los intérpretes en castellano.

Pródiga en popularizar canciones y otorgarles el sello de clásicas, Sandra Mihanovich se abrió en los últimos años a proyectos que adquirieron diferentes formas. Cantó música para chicos, participó como invitada de la Antigua Jazz Band, fue una de las voces femeninas de la versión de Mujeres argentinas a cargo de Lito Vitale. En otras palabras, se mantuvo muy activa. Y tiene agenda cargada: los martes de enero y febrero, a las 21, se presenta en el Maipo. Proyecta giras por el país y España; quiere grabar un disco con canciones nuevas y lanzar otro CD con las canciones de Eladia Blázquez que conformaron su espectáculo del año pasado.

Sólo clásicos es de alguna forma heredero de Creciendo, de 2005, donde repasaba su carrera de treinta años. “Tiene el mismo planteo –dice–, pero está más maduro. En aquel momento yo tenía miedos e interrogantes, había hecho arreglos de viejas canciones y no sabía cómo iba a reaccionar el público. Dos años después presenté el disco del espectáculo y ahí ya estaba de fiesta porque cumplía 50 años y me sentía liberada de tener que buscar el hit. Y ahora es el relax total”.

–¿Por qué decís que conseguiste liberarte del hit?

–Porque durante muchos años estuve atada a él. Creo que recién cuando cumplí 30 años de carrera y 50 de vida me sentí libre de tener que vender discos, del circuito que hace que uno tenga que estar en el ranking. Hoy me siento más allá de todo eso y mi decisión me da libertad. Puedo hacer lo que quiero.

–¿Antes sentías presión propia o venía de los productores?

–No lo sé. Quizás a esta altura ya me coloco en un lugar que me gané. O tal vez tiene que ver con mi actitud hoy frente a la carrera. No soy el tipo de artista ambiciosa que mata por ocupar un lugar. Para mucha gente lo máximo es su carrera. Necesita escalar posiciones, estar en constante crecimiento, crecer. Yo no estoy en eso. Soy feliz en mi meseta.

Fuente : Andrés Casak – Critica de la Argentina