“Me pone feliz estar nuevamente en Tucumán. Uno de los lugares donde actué por primera vez en un estadio fue justamente aquí”, comentó la artista, quien contó detalles del show que brindará mañana, a las 21, en el teatro Alberdi, junto a la Stars Big Band que dirige Alvaro García.
- Podría decirse que ya sos una presencia casi cotidiana en Tucumán...
- Y... sí. Vengo casi siempre una vez por año en julio, lo cual me agrada muchísimo. Además, he presenciado en estas calles más de un desfile. Y con lo que a mí me gustan los desfiles...
- Pero esta vez venís con un espectáculo distinto. Sólo jazz... nada de baladas...
- Si. No voy a hacer “Puerto Pollensa” o “Soy lo que soy”, aunque se podría hacer una versión jazzística de cualquiera de ellas. La idea es cantar standarts de jazz, bossa nova y algún negro spirituals. Creo que los amantes del género lo van a disfrutar.
- Vos te criaste escuchando jazz y canciones de Broadway...
- Exacto. A los Mihanovich siempre les gustó mucho la música. Mi abuelo Raúl tenía en su casa un sótano donde realizaba tertulias musicales. El lugar estaba especialmente acondicionado para escuchar música. Allí se juntaban varios amigos, entre ellos, los hermanos de Donald, Niní Marshal, el padre de Boy Olmi, que era un gran humorista y los músicos de jazz que actuaban en Buenos Aires. Yo crecí en ese maravilloso ambiente.
- ¿Y la actuación cómo vino?
- Creo que por el lado de la interpretación. Yo no soy compositora; canto canciones de otros autores. Y el que es intérprete toma una canción y le da su propio estilo. Algo similar sucede con el cine. Cuando tenía 20 años conocí a Alejandro Doria, quien me dijo: ‘vos, con ese rostro, tenes que hacer cine’. Y le hice caso. Con él filmé “La isla” y “Los miedos”. Y diría que en toda esa primera etapa, en los años 80, la actuación era casi doloroso para mí. Me daba miedo, vergüenza y timidez. Una sensación que superé recién en los 90, cuando me di cuenta de que actuar es jugar a ser otro.
- ¿Te gusta la TV actual?
- La verdad es que no veo mucha televisión. Y en general, me gustan más los unitarios. De todas formas, creo que hay muy buenas cosas en TV. Sobre todo lo que hacen Pol-ka y Telefé. Eso sí, me parece que ahora está todo muy polarizado con “ShowMatch”. Igualmente creo que hay otras cosas dignas para ver.
- ¿Participarías en “ShowMatch”?
- Es difícil que me llamen porque no sé ni bailar, ni patinar. Para cantar no me van a llamar por razones obvias, de manera que no sé qué contestaría. Además, si aceptara participar tendría que pasarme todo el día en el canal. De cualquier manera, nunca digo “de esta agua no he de beber”.
- Con tanta carrera sobre tus espaldas... ¿qué cosas te falta hacer?
- Sueño con viajar y generar un espacio para la música en la televisión, aunque sea en el cable. En este momento estoy preparando un espectáculo con canciones de Eladia Blázquez. Es un sueño que vengo arrastrando desde hace rato.
- Keats decía que el hombre no puede aguantar demasiada realidad. ¿Con la música la realidad duele menos?
- Es que la música es otra manera de mostrar la realidad. Es liberadora, porque permite manifestar los sentimientos de distintas maneras. Muchas veces con dolor, pero con un dolor sanador. A mi me ha pasado, por ejemplo, de tener que cantar en un velatorio. Era una situación dolorosa, pero cambió cuando todos pudieron cantar conmigo. La música es lilberadora. Claro que esto no es nada nuevo. Ya existe eso de que la música calma a las fieras.
- ¿Cómo hacés para mantenerte igual que siempre?
- No sé si estoy igual. Por lo menos sigo haciendo las cosas que me gustan. Y esto es un buen punto de partida .
Fuente: La Gaceta
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